El mejor ejemplo de que Dios nos ama y no es castigador se encuentra en Juan 3:17 : “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”. Aquí esta refrendado que Dios no es castigador.
Ahora bien. Juan 3:18 dice lo siguiente: “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios".
Creer o no creer es cosa de cada quien, nadie debe obligar a otro a creer a través de la manipulación de la palabra
Juan 3:19. Es muy claro y no deja lugar a dudas "Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas".
Se Refiere el texto a la ejecucion de acciones que violentan los mandamientos. Ni màs ni menos. Y asì lo refrenda el siguiente versìculo de Juan 3:20: "Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas".
Hablamos del Decàlogo:
Amarás a Dios sobre todas las cosas.
No tomarás el nombre de Dios en vano.
Santificarás las fiestas.
Honrarás a tu padre y a tu madre.
No matarás.
No cometerás actos impuros.
No robarás.
No darás falsos testimonios ni mentirás.
No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
No codiciarás los bienes ajenos.
Cerrarè èste tema con Juan 3:21. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
Huye de la mentira, y procura caminar con la verdad.
Lo demàs, està de màs!!!
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