Siempre es bueno iniciar presentando ante nuestro Padre, nuestro corazón arrepentido sinceramente. Por lo que hay que iniciar presentándole: Nuestras equivocaciones, errores, pensamientos de rabia, cólera, envidia, egoísmo,maquinaciones y todo lo que se haya pensado y practicado en nuestra cotidianidad (esos son los pecados). De eso se trata lo “del corazón contrito”. Arrepentido de tus acciones o deudas. Sigue hablando con Él. Porque Dios siempre está dispuesto a perdonarte y a instruirte para que aprendas a realizar las cosas de la mejor manera.
Inevitablementehay que acudir a El, para pedir perdón por nuestros pecados, reconociendo en su presencia que hemos hecho las cosas de forma incorrecta, por lo que queremos que sea El, quien dirija nuestros pasos y de ahora en adelante nos guie.
Recuerda que El Padre no castiga, te puede reprender como no, pero no castiga. Porque Dios no es ni castigador, ni inquisidor. Nuestro Padre Creador es amor, por eso nos corrige. El castigo nos lo imponemos nosotros solitos, porque toda acción siempre genera una reacción.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario